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Ric Corcuera

"Ricardo Corcuera trabaja con su rol de fan. Habla de los iconos desde el respeto, el amor y la admiración. Se mimetiza con ellos hasta el punto en que su historia personal deja de ser suya y se transforma en la de sus ídolos. Es consciente de la decadencia de los mismo y eso le seduce. Pero no se queda ahí; sobrepasada la decadencia, llega hasta el alma para elaborar retratos que representan momentos reveladores y trascendentes de la vida de estos personajes que es su propia vida. Así, desde ahí, narra preguntas y respuestas autobiográficas a través de un viaje, en estos cuerpos y estos rasgos de los que se apropia mediante un sutil y delicado trabajo con grafito, a lo largo de diferentes escenarios que pertenecen a su historia –la mayoría de la ciudad de Madrid, como en Volver a Moratalaz o (Re)Volver a Ferraz-. Con esta apropiación, el artista busca exorcizar aspectos de su vida. Reinaldo Laddaga habla de esta función del arte contemporáneo: el arte como terapia para el artista, como cura, y en el caso de Ricardo Corcuera este hecho es una evidencia". Texto: Esperanza Arquero.

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